NEOPLATONISMO Y CRISTIANISMO
(De Plotino al Pseudo-dionisio)
INTRODUCCIÓN

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De la misma forma que el cristianismo no puede entenderse dejando de lado los aspectos señalados anteriormente referidos a la filosofía helenística y a su religión, presente tanto en los gnósticos herejes como en en los cristianos, es fundamental para entender la formación y el desarrollo del cristianismo, tener en cuenta el fenómeno de NEOPLATONISMO. Como introducción al mismo podría afirmarse lo siguiente:

  1. El neoplatonismo es una corriente de pensamiento que tiene su máximo auge con Plotino (205-270 d. d. Cristo) y que llega hasta la figura de Damascio (490-543 d. d. Cristo).

  2. El neoplatonismo, como el cristianismo, es un fenómeno intelectual dependiente del clima filosófico religioso del helenismo pero también una reacción en su contra. Hereda de él no sólo la preocupación salvífica sino también un buen número de ideas ( la absoluta transcendencia de Uno-Dios, la transposición de las ideas al entendimiento divino, el concepto de emanación, etc) y la final orientación mística, pero reacciona en contra de la absorción de la filosofía por la religión, rechaza toda mitologización del Logos y toda vía de de salvación que se conciba como exclusivamente dependiente del ritual y de la fe.

  3. En el estudio del neoplatonismo nos centraremos en el análisis de los elementos generales más importantes de algunos de los representantes de esta corriente y se señalarán también aquellos otros que ejercieron una influencia grande en el pensamiento cristiano cuya culminación es el Corpus Aeropagitum o Pseudo-dionisio.

  4. El Neoplatonismo se caracteriza también por lo siguiente:
    1) Interpretar las grandes doctrinas helenísticas a la luz del platonismo.
    2) Gran curiosidad por la sabiduría y las religiones orientales.
    3) Búsqueda continúa de la verdad y la salvación.
    4) Concepción de la realidad de tipo emanativo. 
    5) Concepción mística de la existencia humana.

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PLOTINO (205-270 d. d.Cristo)
VIDA Y OBRAS

Todo lo que sabemos de Plotino lo debemos a Suidas y a la biografía de Porfirio. Nació el año 205 en Licopolis ( Assuan ) en Egipto. Fue discípulo de Ammonio Saccas en Alejandría. A los 39 años acompaña al emperador Gordiano en una expedición en contra de los persas y allí conoce las costumbres y creencias de la religión india y persa. Después se dirige a Roma donde abrió una escuela. Falleció en Campania en el año 270 d. d. Cristo.
A los 50 años se dedicó a resumir por escrito sus lecciones orales insertando incluso cuestiones planteadas por sus auditores lo cual explica su composición desordenada y las improvisaciones. Legó sus notas a Porfirio el cual mediante habiles cortes logró 54 tratados agrupados en 6 novenas o Eneadas. No guardan un orden de composición sino que atiende al proceso ascendente. Se publicó en el año 301. Perdida en la Edad Media fue recuperada por Marsilio Ficino en el año 1492.
Según Porfirio, biógrafo de Plotino, muchos discípulos de este último afirmaban que sus enseñanzas no eran más que una reproducción de lo enseñado por
NUMENIO. Pero de Numenio solamente conservamos fragmentos de sus obras "Sobre el bien", "Incorruptibilidad del alma", etc. Vive en el siglo II de nuestra era en Apamea, lugar de encuentro y enfrentamiento entre las culturas oriental y occidental. Numenio quiso encontrar en Platón la sabiduría oriental y particularmente la de Moisés: existencia de un dios único transcendente e intransigente de donde procederían tanto el 2ª dios o espíritu demiúrgico como las dos almas presentes en el hombre. El alma irracional que proviene de las regiones del universo atravesadas por la caída y el alma divina que se define por la capacidad de pensar y que está unida por lo divino por el conocimiento recibido.
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CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DEL PENSAMIENTO PLOTINO:

  1. Dios es absolutamente transcendente. El es el Uno superior a todo pensamiento y a todo ser, inefable e incomprensible. Ni la esencia, ni el ser, ni la vida pueden predicarse del uno y no porque sea inferior a ninguna de estas cosas, sino porque es más que todos ellos. Lo Uno tampoco es algo idéntico a todas las cosas juntas pues son ellas las que necesitan de un principio, un origen, una fuente. Ello quiere decir que por mucho que se aumente el número de cosas contingentes nunca se llegará a abarcar lo que lo Uno es.

  2. El uno de Plotino no se encuentra dentro de la línea del ser iniciada por Parménides, para el cual el ser era sinónimo de la totalidad de lo real. Plotino se encuentra más en la línea de lo que se denomina el platonismo medio, es decir, la concepción de lo Uno por su transcedencia. Se encuentra en la misma línea que Numenio, quien había situado el protos zeos por encima del Demiurgo, y, de Filón para quien Dios se encontraría por encima de las potencias formadoras del mundo.

  3. Plotino situa lo Uno por encima de todo ser tanto a nivel individual como total. Lo uno sería algo que transciende a todo ser del que tengamos experiencia. En lo Uno resulta imposible concebir cualidades o atributos. No podemos afirmar de lo Uno que es de este modo o de otro, pues, al hacerlo, lo estamos convirtiendo en una cosa particular cuando, en realidad, se encuentra por encima de todos las atribuciones. A lo Uno no podemos atribuirle legítimamente ni pensamiento, ni voluntad, ni actividad. El pensamiento implicaría distinción entre ser pensante y objeto pensado; la voluntad implicaría también distinción entre el querer y el objeto querido. Lo Uno carece de cualquier tipo de actividad ya que ésta implica distinción entre agente y objeto. 

  4. Es cierto que Plotino admite que pueden predicarse de lo Uno la unidad (uno) y la bondad (bien); pero recalca también que estos predicados son inadecuados y sólo pueden aplicarse analógicamente, ya que la unidad expresa también negación de la pluralidad y la bondad negación de la maldad, así como el efecto sobre alguna cosa. Y lo Uno es ajeno a todo tipo de distinción. Todo lo que podemos decir de él es que es indivisible, eterno, sin pasado ni futuro e idéntico a sí mismo.

  5. ¿Cómo explica Plotino, a partir de la concepción del Uno como algo que contiene en sí las características que acabamos de señalar, la aparición de la multiplicidad de los seres finitos?
    Dios no puede ser un ser creador pues esto implicaría algún tipo de actividad y, de ese modo, daríamos al traste con su inmutabilidad. ¿Cómo surge la pluralidad y la finitud de lo presente en el mundo? Para explicarlo, Plotino, acude al concepto de emanación. A través de ella, lo Uno, permanece intacto, idéntico a sí mismo e inmutable. El mundo finito sale de él por necesidad, ya que es algo necesario que lo menos perfecto proceda de lo más perfecto. Así se produce una especie de procesión que abarca desde el principio indiviso hasta un término en el universo sensible, pero permaneciendo el principio siempre en el mismo estado. Plotino utiliza la metáfora del sol para explicarnos como entiende el proceso de la emanación: sucede como el sol que ilumina y muestra algo nuevo sin que, por ello, el sol cambie. También utiliza el símil del espejo en donde aparece una doble imagen sin que, por ello, la imagen original sufra cambio alguno ni perdidas en su ser. En definitiva, según Plotino, el mundo procede de Dios "secundum necesitatem naturae", pero sin que sufrir ningún tipo de alteración y transcendiendo siempre al ser subordinado. Plotino parece rechazar, por tanto, no solo la creatio ex nihilo sino también una emanación de tipo panteista ya que parece negar que las criaturas sean un auto-repartamiento de Dios en las cosas naturales (panteismo). En este sentido, parece seguir una línea intermedia entre la concepción teista y la tesis claramente panteista.
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PROCESO DE EMANACIÓN:
(Ver Gráfico)

  1. La primera emanación del Uno es el pensamiento o espíritu ( Nous ) que es intuición o aprehensión inmediata. El nous tiene un doble objeto: el uno y a sí mismo ( nous ). En el Nous existen las ideas. En este sentido se opone a la interpretación que Longino había hecho del Timeo de Platón y donde se describen las ideas como distintas del Demiurgo, al cual, por otra parte, Plotino identifica con el Nous. Así, Plotino, habla del nous llamándole "pater tou antiou", en donde "aitiou" es el nous o demiurgo.

  2. Para Plotino la multiplicidad de las ideas se encuentran en el NOUS o demiurgo. Lo uno estaría por encima de esta multiplicidad, por encima incluso de la distinción entre el noein y lo noeton. En definitiva, en el Nous de Plotino se unen tanto el demiurgo platónico como el noesis noeseos de Aristóteles. El nous, por un lado, es eterno, atemporal, pensamiento puro, eterno (Aristóteles) y, por otro, posee en sí mismo el mundo de las ideas de las que participarán todos los objetos de una forma simultánea y en un eterno presente (Platón).

  3. La segunda emanación procede del nous y es el alma y se correspondería con el alma cósmica de la que habla Platón en el Timeo. Esta alma es incorpórea e indivisible y constituye el vínculo entre el mundo suprasensible y el mundo de los sentidos, y, por ello, está orientada no solamente hacia arriba, hacia el nous, sino también hacia abajo, hacia el mundo de la naturaleza.

  4. Existen, sin embargo, diferencias entre Plotino y Platón en la concepción del alma cósmica: mientras Platón había postulado únicamente un alma del Mundo, Plotino, postula dos: una superior y otra inferior. La primera estaría más cerca del nous y no en contacto directo con el mundo material, mientras que la segunda (engendro del alma 1ª) sería el alma real del mundo fenoménico. Además, aunque el mundo fenoménico debe toda la realidad que posee a su participación en el mundo de las ideas que están en el nous, estas ideas no operan en el mundo sensible y no tienen ningún tipo de relación con él, de tal modo que Plotino habla de una especie de "reflejos" de las ideas en el alma del mundo, llamándolas "logoi spermatokoi" (estoicos) y señalando que se hallaban comprendidas en el logos. Para compaginar esta doctrina estoica con su concepción de las dos almas del mundo, Plotino, distinguía entre el "protoi logoi" presente en el alma superior y los "logoi derivados" comprendidos en el alma inferior.

  5. Las almas individuales proceden del alma del mundo y se subdividen también, como ella, en dos elementos: un elemento superior, que pertenece al dominio del nous (aristotélico) y otro elementos inferior, que está en conexión directa con el cuerpo. El alma preexistía antes de su unión con el cuerpo, unión que es producto de una caída. Sobrevive tras la muerte del cuerpo, aunque pierde la memoria del período de su existencia. Admite también la transmigración del alma. Aunque Plotino pensaba que las almas individuales acaban por unirse con el alma cósmica no, por ello, negaba la posibilidad de la inmortalidad personal. En la vida futura cada alma individual seguiría existiendo como tal alma concreta aunque formando parte de un conjunto cósmico.

  6. Por debajo del alma se encontraría el mundo material. De acuerdo con su propia concepción del proceso de emanación como semejante a una especie de radiación solar, Plotino, describe esa luz como si procediese de un centro y que, según se va alejando se hace cada vez más opaca, hasta diluirse en el seno de la oscuridad total. Esta oscuridad se correspondería con el mundo de la materia a la que define como algo que está desprovisto de luz (steresis). Ahora bien, sea lo que sea, la materia tiene su procedencia de lo uno en el sentido de que llega a ser lo que es a partir de un proceso de emanación que tiene su origen en lo Uno. Esa materia también parece abarcar dos niveles: en la medida que es más iluminada constituye la forma y entra en la composición de los cuerpos (hylé aristotélica) y, por tanto, no puede decirse que sea completa oscuridad. En la medida en que se aleja más de la luz se va contraponiendo más al mundo de lo inteligible y desemboca en la ciega necesidad del Timeo ( anarjé ). Este tipo de materia está carente de luz y es algo tenebroso y caótico.

  7. El proceso de emanación implica que el tiempo no es creador y la creación no es temporal.

  8. Además de los rasgos platónicos y aristotélicos se encuentran en Plotino otros aspectos de tipo órfico y neopitagórico, sobre todo, en lo referente a su teoría de que la materia es el principio del mal. Plotino pensaba que en su grado ínfimo la materia es sinónimo del mismo mal en tanto en cuanto se encuentra privada de todo tipo de iluminación. El mal sería, no tanto, un principio positivo o cualidad inherente a la materia sino simplemente privación por su alejamiento de lo Uno.

  9. En Plotino están presentes también elementos de tipo gnóstico aunque analizados según su mentalidad. Admite, además de los dioses astrales, otros dioses y demonios invisibles para el hombre aunque no esté de acuerdo con la tesis gnóstica del desprecio al mundo material. A pensar de los males de mundo material, afirma Plotino, no podemos afirmar que el universo sea una creación mala. Es sencillamente la imagen oscura y opaca de lo inteligible al que, evidentemente, refleja muy mal.

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MISTICISMO DE PLOTINO
La base de la concepción mística de Plotino reside en su Psicología, y en su análisis del alma individual a la que asigna las siguientes partes:

  1. La 1ª es la más elevada (se correspondería con el nous aristotélico) y no estaría contaminada por la materia. Sus raíces proceden del mundo inteligible.

  2. La 2ª es el alma unida ya al cuerpo formando un compuesto. Aquí el alma ya se encuentra contaminada con la materia. Esto exige un esfuerzo y una ascensión ética cuyo fin próximo consistiría en acercarse lo más posible a lo Uno y cuyo fin último sería lograr la unión mística con Dios o lo Uno. En esta última ascensión el elemento ético estaría subordinado al elemento teórico o intelectual.

  3. La ascensión constaría de las siguientes fases:
    La primera fase de la ascensión se emprende a impulsos del eros y consiste en una catarsis relacionado con un proceso de purificación por medio de la cual el hombre se liberaría progresivamente de la tiranía del cuerpo para elevarse a la práctica de los "politikai aretai", por los que Plotino entiende las 4 virtudes cardinales y, en donde la prudencia ( fronesis ) sería la más alta.
    En una segunda fase el alma debe elevarse por encima de las percepciones sensibles volviéndose hacia el nous y ocupándose de la filosofía y de la ciencia.
    En una etapa superior el alma se eleva más allá del pensar discursivo hasta la unión con el nous, caracterizado por Plotino como "protos kalos". En esta unión el alma conserva la conciencia de sí misma.

  4. Todos estos estadios no son, sin embargo, otra cosa que una preparación para la unión mística con lo Uno o Dios en un éxtasis que se caracteriza por la ausencia de toda dualidad. En el pensar sobre Dios (filosofía) el sujeto está separado del objeto de su pensamiento; mientras que en la unión extática (mística) no se da tal separación. Tal unión es, sin embargo, solo un precedente del estado futuro en donde nos veremos libres totalmente del cuerpo. En definitiva, para Plotino, la experiencia mística se convierte en el logro más sublime del verdadero filósofo ya que la especulación teórica no es la meta última a alcanzar sino simplemente un medio para cimas más altas.
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¿ES EL NEPOLATONISMO UNA FILOSOFÍA SUICIDA?
Aunque la elevación mística es un elemento esencial en el pensamiento de Plotino, no debería olvidarse nunca que su mística se encuentra totalmente al margen de todo tipo de revelación, rito o fe. La elevación mística de Plotino es rigurosamente filosófica, aunque tal filosofía pueda denominarse como suicida. ¿Por qué? Plotino plantea desde dentro mismo de la especulación la negación de un postulado fundamental en la filosofía griega, es decir, la inteligibilidad del ente. Y Plotino desemboca en la afirmación de que tal ente es absolutamente ininteligible, pues no se puede olvidar que lo Uno se sitúa más allá del ser, más allá de la inteligencia. Este hecho es lo que explica su paradógico destino, es decir, favorecer a aquello contra lo cual aparece en principio como reaccionando, es decir, el hacer depender a la filosofía de la mística (fe). No es de extrañar que, a partir de Plotino, el pensamiento neoplatónico intente convertir a la filosofía en base metafísica de la teurgia y de las religiones mistéricas. En Porfirio (232-305) y en Jámblico (275-330) se percibe claramente este hecho.
Una de las causas de esta progresiva conversión religiosa de la filosofía neoplatónica se debe, entre otras causas, a que en un momento determinado fue el bastión principal de la lucha en contra el cristianismo. En el neoplatonismo se inspirarán todos los defensores del helenismo en contra de la barbarie cristiana y, en él, buscarán apoyatura para la restauración del cada vez más derrotado politeísmo. Este será el caso de Edesio, Máximo y, sobre todo, del Juliano el Apóstata (332 d. d. Cristo). Hasta tal punto llegó la virulencia del enfrentamiento y la lucha ideológica entre cristianismo y neoplatonismo que, por ejemplo, la neoplatónica Hipatia será asesinada en el año 415 por cristianos fanáticos. Porfirio y Salustio fueron también neoplatónicos que atacaron al cristianismo y buscaron fortalecer su posición ante el pueblo amalgando su filosofía con ingredientes religiosos paganos que facilitaran su comprensión por el vulgo. Y es que para un neoplatónico eran incomprensibles, por ejemplo, la encarnación del logos, la creatio ex nihilo, y la idea de la salvación de toda la humanidad por iniciativa divina.
Por su parte, el cristianismo utilizará a su modo y deformándolas muchas tesis del neoplatonismo. Eso se ve claramente en el Pseudo-Dionisio y en el mismo San Agustín. Por ejemplo la idea de que tanto la caída del hombre en el pecado original como la creación del mundo y la redención son acontecimientos necesarios que no dependen de la voluntad divina ni de su libertad son una adaptación clara de la necesitas neo-neoplatónica.
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Emanación: Es un ciclo que, para cerrarse sobre centro, emite círculos cada vez más amplios. Lo generado o derivado debe engendrar a su vez, por su propia plenitud, ya que una eficacia que no suscite otras eficacias manifiesta la deficiencia de su poder. Pero además todo derivado es también conversión hacia su generador El procedente es demasiado perfecto para no poder engendrar, pero demasiado imperfecto en su derivación para que su productividad sea gratuita. Producirá no solamente por liberalidad sino también por causa de la fecundación original que ha recibido de lo uno. (Ver texto pag 107)
¿Por qué se produce el inicio de la emanación? Es automática o algo personal? Si es personal hay que imaginarla como producto de una mente soñadora. El espíritu en su actividad más alta está dominado por el silencia. Lo mismo sucede con la mística (ver texto 109).y la naturaleza. En la naturaleza no deberíamos intentar descubrir únicamente lo cuantitativo sino también lo cualitativo o necesario es decir, un tipo de espontaneidad autónoma y libre.
Según Plotino no existe creación sino emanación. La creación implica la idea de un artesano calculando y realizando una labor de formación cósmica. Por su parte, la emanación implica que, de un solo golpe, una intuición indivisible genera desde un centro el todo y sus partes. Es la aparición espóntanea del todo como producto de una absoluto puro.
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En relación con el
tiempo y la historia, Plotino, afirma que el tiempo no es creador y la creación no es temporal. Su pensamiento prefiere el esquema cíclico que el lineal. El movimiento representado por la línea recta es un signo de inferioridad de los cuerpos y un progreso hacia la dispersión. Por el contrario el movimiento circular que es un retorno al punto de partida y revolución alrededor de un centro, sería privilegio del espíritu y del alma. El movimiento del cielo es cíclico y está comandado pro el alma del mundo. El movimiento circular es un movimiento sin devenir (nada nuevo puede pasar en el cosmos) ya que el punto de llegada es idéntico al punto de partida que es el centro. Los radios de la esfera representan, a su vez, un impulso hacia fuera del centro y una referencia a ese mismo punto. Progresion y regresión no son elementos que se anulan sino que la complementan. El equilibrio del círculo expresa muy bien el del espíritu, porque sea cual sea la expansión del radio, jamás se separa de su centro generador; y su fin no es otro que el principio. Así, según el platonismo, el centro de cada espíritu es el centro universal.

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