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         Meditaciones Metafísicas  | 
      
         
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         ARGUMENTO ONTOLÓGICO Me queda mucho por investigar sobre los atributos de Dios, y sobre la
        naturaleza de mí mismo o de mi alma; quizá lo intente en otra
        ocasión, pero ahora nada me parece más urgente.......que intentar hacer
        emerger la duda en que caí anteriormente y ver si puede ser conocido
        algo cierto sobre las cosas materiales. Primeramente, antes de averiguar
        si existen tales cosas fuera de mí, debo considerar sus  ideas
        en tanto
        que existen en mi pensamiento, y ver cuáles entre ellas son definidas y
        cuáles confusas. Me imagino definidamente la
        cantidad...o la extensión
        de esa cantidad...Y no solamente estas cosas, vistas en general, me son
        conocidas y obvias, por poca atención que preste,sino que tambien
        percibo un sinfín de particularidades como la figura y el
        movimiento........Pero lo que me parece que ahora he de
        tratar especialmente es el hecho de que encuentro en mí inumerables
        ideas de ciertas cosas que, aún cuando tal vez no existan  fuera de mí,
        no se puede decir por ello que no sean nada..........Cuando, por ejemplo, me
        imagino un triángulo, aunque quizá tal figura no exista fuera de mí
        pensamiento en ninguna parte, posee sin embargo una determinada
        naturaleza, o esencia, o forma, inmutable y eterna que ni ha sido creada
        por mí ni depende de mi mente; como se evidencia del hecho de que se
        puedan demostrar varias propiedades de este triángulo, a saber, que sus
        tres ángulos son iguales a dos rectos. En lo que se refiere a Dios.............nada reconocería yo antes más facilmente que a Él; porque ¿qué hay más manifiesto que el hecho de que existe un ente sumo o Dios cuya esencia es la única a la que pertenece la existencia?..................Además advierto que la certidumbre de las demás cosas depende hasta tal punto de esto mismo, que sin ello nada puede jamás conocerse de un modo perfecto. Pues aunque soy de tal naturaleza que, mientras estoy percibiendo algo clara y definidamente, no puedo no creer que no sea verdad, no obstante, puesto soy al mismo tiempo de una naturaleza tal que no puedo fijar mi atención siempre en la misma cosa para percibirla claramente, y que reaparece con frecuencia el recuerdo.....se puede aducir que si yo no conociése a Dios me harían cambiar de opinión fácilmente, de modo que no tendría de ninguna cosa una ciencia verdadera y cierta, sino tan sólo opiniones vagas y mudables. Asi, por ejemplo, cuando considero la naturaleza del triángulo, me es absolutamente evidente que sus tres ángulos son iguales a dos rectos, y no puedo no creer que esto sea verdad mientras estoy atento a su demostración; pero tan pronto como aparto mi atención de ella por más que recuerde que la he comprendido muy claramente, puede suceder con facilidad que dude que sea verdadera, en el caso que ignore que Dios existe.Me puedo en efecto persuadir de que he sido creado de tal modo por la naturaleza, que me engañe de cuando en cuando en las cosas que me parece percibir con la máxima evidencia....Pero una vez que he percibido que Dios existe.......y de que no es engañador..........resulta que, aunque ya no siga atendiendo a las razones por las que he juzgado que esto es verdad, sólo con que recuerde haberlo percibido clara y definidamente, no se puede aducir ningún argumento en contra que me induzca a dudar.................Por lo tanto, veo que la certidumbre y la verdad de toda ciencia dependen tan sólo del conocimiento de Dios, de modo que nada podría conocer perfectamente antes de que lo hubiera conocido a él. Descartes. Meditaciones metafísicas. 5ª meditación. DESCARTES  | 
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COSAS MATERIALES
Despues de haber demostrado la existencia de Dios, en la 3ª
Meditación, y despues de haber tratado sobre la verdad y la falsedad
en la 4ª, Descartes, continúa con sus reflexiones.
Dado que unicamente está seguro del Cógito y de la existencia de Dios,
comienza esta 5ª Meditación señalando si, sobre esta base, sería
posible conocer algo cierto sobre las cosas materiales, acerca de las
cuales sigue existiendo duda.
5ª Meditación
 IDEAS DE LAS COSAS MATERIALES 
 IDEAS DEL PENSAMIENTO 
 DEFINIDAMENTE 
 COSAS NO EXISTENTES FUERA DE MÍ 
 EL TRIÁNGULO 
 EXTRACCIÓN 
 
 SER SUMAMENTE PERFECTO 
 GRADO DE CERTEZA SOFISMA1 SEPARACIÓN ESENCIA-EXISTENCIA MONTE Y VALLE PENSAMIENTO Y NECESIDAD SOFISMA2 EXISTENCIA INSEPARABLE DE DIOS NO TENGO LIBERTAD ENTE SUMO CERTIDUMBRE DE LAS COSAS MATERIALES ESTAR ATENTO DESAPARICIÓN DE LA DUDA DIOS NO ENGAÑADOR RECUERDO NINGÚN CONOCIMIENTO SIN DIOS
  
  
  Pero algo se interpone en el camino de la investigación sobre la  certeza de
  las cosas materiales. Y es que Descartes descubre que, además de la
  existencia de las cosas materiales, parece que existen en él ideas que
  se refieren a esas cosas.  
  5ª Meditación
Las  ideas que se refieren a las cosas no existen como tales cosas sino
como realidades puramente inmateriales presentes en el pensamiento y que
representan a cosas. Lo que sucede es que, como veremos más adelante, tales
ideas representan cosas que no necesariamente tienen que existir realmente. Y,
sin embargo, tales cosas y sus ideas tienen sentido y son importantes para el conocimiento.
5ª Meditación
  Las ideas que existen en el pensamiento y se refieren a las cosas
pueden ser  claras y definidas u  oscuras e indefinidas. Son ideas
claras,  que
están presentes en las cosas como  cualidades primarias, la extensión, la
figura y el movimiento. Son ideas menos claras, ya que solamente existen en las
cosas porque hay un sujeto que las percibe, el  sonido o el color,
los cuales constituyen  cualidades secundarias.
5ª Meditación
Las ideas, de las que habla Descartes, existen en el pensamiento y se refieren a
cosas que puede ser que no tengan una existencia real fuera de él  y que, sin
embargo, no se puede decir, por ello, que sean nada.
5ª Meditación
El  tríangulo es un ejemplo, del que se sirve Descartes, para hacer
referencia a una cosa que no tiene existencia real fuera de él mismo y que, sin
embargo, no podemos decir de él que sea nada. Posee una determinada naturaleza
o esencia, inmutable y eterna, que no ha sido creada por la mente, y que, sin
embargo, se pueden demostrar varias propiedades suyas, como, por ejemplo, que
sus tres ángulos son iguales a dos rectos.
5ª Meditación
  Descartes refiere aquí como es posible, con ideas presentes unicamente
en el pensamiento, ya que las cosas a las que se refieren parecen no tener una
existencia real, poder deducir otras ideas claras y distintas que se refieren a
esa cosa.
5ª Meditación
OTRA PRUEBA SOBRE EXISTENCIA DE DIOS
  Descartes se pregunta ahora, partiendo del hecho de que tiene ideas en
su pensamiento que se refieren a cosas que no ve como existentes en la realidad,
y que, sin embargo, son algo; si no sería posible obtener, sobre esta base, 
otro argumento para demostrar la existencia de Dios.
5ª Meditación 
  
  Descartes afirma aquí que, del mismo modo que tiene en sí una  idea de
  triángulo, aún no existiendo tríángulos en el mundo, pero del cual puede
  conocer muchas de sus propiedades, tambien parece tener una idea, en su
  pensamiento, que representa a un ser sumamente perfecto.
  5ª Meditación
Descartes señala aquí que, del mismo modo que está totalmente cierto
de que, en un  triángulo, sus dos  ángulos son iguales a dos rectos, tambien lo
está de que un  ser absolutamente perfecto tiene que  existir necesariamente. Estamos
en el inicio del denominado  argumento ontológico cartesiano.
5ª Meditación
  
  Se inicia ahora una cuestión esencial del argumento
  ontológico. Descartes acaba de afirmar que por tener en sí la idea de un ser
  
  sumamente perfecto hay que deducir que tal ser existe. Si no fuera así,
  entonces ya no sería absolutamente perfecto al faltarle algo (en este caso la
  existencia). Ahora bien, Descartes es consciente que en esta forma de
  argumentar puede esconderse un  sofisma ya que parece implicar que se está
  dando por establecido que el conocimiento de la  esencia de algo lleva
  implicito su existencia. Por ello, Descartes, comienza estableciendo que
  
  pensar en Dios (esencia) no implica necesariamente que exista.
  5ª Meditación
Según Descartes, lo que parecía ser un  sofisma
deja de serlo si se entiende lo que se quiere decir cuando cuando se habla de esencia y
de existencia. Es evidente que cuando tenemos la  idea de triángulo
(esencia) ello no implica que éste exista (existencia). Unicamente sabemos de
modo claro y distinto que, por ejemplo, sus tres ángulos son iguales a dos
rectos. Por consiguiente no podemos separar de su esencia el que sus tres
ángulos sean iguales a dos rectos. En el caso de Dios, sin embargo, la idea que
tengo de él es la de un  ser sumamente perfecto. Pues bien, en este caso la
esencia no puede separarse de la  existencia  ya que entonces no sería lo más
perfecto. Por lo tanto, sería tan contradictorio negar la  existencia a un
 ser
perfecto como negar que en un  triángulo sus dos  ángulos son iguales a dos
rectos.
5ª Meditación
Es cierto que si pensamos en un  monte (esencia) ello no
implica que tal monte exista (existencia). Por lo tanto, esencia y existencia no
están necesariamente identificados. Del pensamiento de un  monte  unicamente se
sigue como algo necesario que, exista o no exista, nunca podría  separarse de un
valle.
Pero el  monte (del mismo modo que el triángulo ) no se define por ser algo
absolutamente perfecto. Si lo fuera, como es el caso de Dios, entonces la
esencia implicaría su existencia.
5ª Meditación
El  pensamiento no impone ninguna  necesidad a las cosas. Ello quiere decir
que, según Descartes, por el hecho de tener una idea (esencia), no se sigue que
tal idea exista (existencia). Ahora bien, puede ser, como sucede con Dios, que la cosa misma imponga su
necesidad al pensamiento. 
5ª Meditación
Ahora el sofisma, contrariamente a lo descrito al hablar del primer
sofisma, consiste en  negar  que esencia y existencia puedan ir
juntos. Es cierto que si pienso en un triángulo, o en un monte, no se sigue que
tal triángulo y tal monte existan.  El
pensamiento no impone su necesidad a las cosas. Ahora bien,  si alguien acepta
que tiene en su mente la idea de un ser perfecto y, al mismo tiempo niega que
tal ser existe, entonces está cometiendo un sofisma.
5ª Meditación
La existencia, como principio, no tiene porque ir
necesariamente unida a la esencia. Pero en el caso del ser absolutamente
perfecto estamos ante una excepción a
la regla. En Dios, en tanto ser perfecto, su esencia implica necesariamente su existencia.
5ª Meditación
No tenemos  libertad para pensar en Dios como no existente
pues estamos prisioneros de la coherencia lógica. Si aceptamos que existe
en nuestra mente la idea de un ser perfecto, entonces no tenemos libertad para
negar su existencia, a no ser que nos contradigamos logicamente.
5ª Meditación
La existencia de la idea del  ente sumamente perfecto, implica
necesariamente su existencia. Como ya decía S. Anselmo, el  ens quo maior
cogitare non potest, implica necesariamente su existencia. Y tal existencia no
puede ser unicamente  mental. Si lo fuera, entonces no sería lo más perfecto ya
que la faltaría la existencia real. Descartes, participa tambien de esta idea
en su argumento ontológico, pero añadiendo algo más: si alguien acepta que
tiene en su mente la idea de un ser perfecto y, al mismo tiempo  niega su
existencia, entonces se contradeciría del mismo modo que aquel que dice
comprender lo que es un  triángulo y, la mismo tiempo,  niega que tiene 3 lados o
que sus ángulos son iguales a dos rectos.
5ª Meditación
Despues de haber demostrado, con el argumento ontológico, que
Dios existe, Descartes, plantea de nuevo la cuestión ya descrita al inicio de la
5ª meditación: el problema de la  certidumbre de las cosas materiales.
5ª Meditación
La existencia de Dios hace desaparecer la duda sobre la
certeza de las  cosas materiales y de las  verdades matemáticas. Es cierto
-señala Descartes - que,
cuando no estoy atento a una demostración matemática, puede plantearse la duda
acerca de si sigue siendo cierta. Pues bien, tal duda desaparece cuando se que
existe Dios pues estoy convencido de que me ha creado con la  convicción
de que debo aceptar, como verdaderas, todas aquellas cosas que, en algún
momento, haya visto como claras y distintas.
5ª Meditación
La  duda deja de tener sentido al haber demostrado que Dios existe y
al ser
consciente de que existen cosas evidentes a las que puedo llegar a través de la
razón.
5ª Meditación
La hipótesis del genio maligno desaparece al haber demostrado 
la
existencia de Dios. Este se convierte ahora en un  Dios no engañador.
5ª Meditación
Cuando nos entre
algún tipo de duda sobre la certeza de alguna cosa, unicamente tenemos que 
recordar  si la verdad sobre esa cosa la hemos percibido de un modo claro y
distinto. Si efectivamente ha sido así, entonces debemos confiar en nuestra
naturaleza ya que Dios nos ha creado con la capacidad racional suficiente para
poder descubrir verdades indubitables.
5ª Meditación
Notar que aquí Descartes, al señalar que NADA podríamos conocer
antes de conocer a Dios, parece caer en un círculo vicioso. Y es que
esta afirmación contradice su propia filosofía; ya que, en el desarrollo de la
misma, ha sido la certeza del cógito la que le ha conducido a la
existencia de Dios. Lo que sucede es que, ahora, parece estar afirmando
que unicamente es el conocimiento de Dios lo que nos podría llevar al
conocimiento del cógito. Con otras palabras, Descartes, parece estar
diciendo: para llegar a Dios tengo que partir de la evidencia del cógito;
ahora bien, no puedo tener la certeza del cógito a no ser que tenga en mí la
idea de Dios. ¡Vaya marrón!