FILOSOFOS PRESOCRÁTICOS
Teológos

Jenófanes de Colofón
(570-475)


Jenófanes de Colofón, en oposición a los milesios, escribió en verso. Se supone que abandonó Colofón hacia la época en que los Medos tomaron la ciudad ( 546/5 a de Cristo ). Pudo haber nacido, por tanto, 25 años antes tal como nos lo transmiten los textos, es decir, hacia el 570 a de Cristo. Timeo ( un historiador de Sicilia ) nos dice que fue contemporaneo de Hierón, tirano de Sicilia, algo que es muy posible ya que sabemos que reinó desde el 478 al 467 a de Cristo. Por su parte, lo que dice Apolodoro acerca de que vivió hasta la época de Dario y Ciro no parece ser cierto ya que Ciro murió en el 529 y Dario subió al poder en el año 521 a de Cristo. Tampoco pudo haber nacido en la Olimpíada 40 ya que ésta se celebró en los años 620-617 a de Cristo, fecha en la que Jenófanes no había nacido todavía.
Los detalles sobre su vida son aún más inseguros. Nacido y criado en Jonia debió conocer la linea de pensamiento de los milesios. Se vió obligado a abandonarla cuando era joven y, desde entonces, llevó una vida errante, pasando la mayor parte de su vida en Sicilia. Es muy posible que su conexión con Elea haya sido invención posterior. Sabemos que fue poeta, sabio y cantor de sus propios poemas; por ello, no parece ser cierto, que haya sido un rapsoda homérico. 
Diógenes Laercio afirma que escribrió 2000 versos sobre la fundación de Colofón y la colonización de Elea. Sin embargo esta afirmación procede el falsificador Lobón de Argos por lo que no merece confianza. Por su parte, Aristóteles, cuenta tambien una anécdota en donde describe que Jenófanes había dado algunos consejos a los eleos, pero tal anécdota era algo circulante, parecida a aquellas que se contaban, en un lugar y en otro y de boca en boca, acerca de Heráclito y otros.
Los doxógrafos suponen que Jenófanes pasó una parte de su vida en Elea y que fue el fundador de la escuela eleática de filosofía. Los testimonios sobre esta cuestión son varios, aunque no rigurosos:

  1. Aristóteles afirma que Jenófanes fue maestro de Parménides. Este juicio de Aristóteles procede probablemente de una observación que Platón lleva a cabo en el Sofista. Lo que sucede es que tal afirmación no pretendía ser un juicio histórico serio, como puede verse cuando afirma "e incluso antes". No se puede olvidar que, Platón, llega incluso a señalar, en Teeteto 152 D-E, 16 Dque Homero y Epicarmo habían sido los fundadores de la escuela heraclitea.

  2. Según Simplicio, Teofrásto, tambien habria afirmado categoricamente que Jenófanes había sido maestro de Parménides. Esta creencia tiene su base, sin duda alguna, en la semejanza superficial que se produce entre la divinidad, una e inmovil, de Jenófanes y la esfera del ser de Parménides; aunque, como veremos, Parménides llegó a su concepción teórica por un camino completamente distinto del de Jenófanes.

  3. Un ejemplo extremo de esta asociación aparece en el tratado pseudoaristotélico de Melisso Xenophane Gorgia, escrito probablemente hacia la época de Cristo en dónde se explicaba el dios de Jenófanes en términos absolutamente eleáticos, y, en donde se deducía que que no era ni limitado, como en Parménides, ni ilimitado con en Meliso.
    Lo que es evidente es que Jenófanes llegó a su concepción de dios como reacción contraria al politeismo antropomórfico de Homero, mientras que Parménides llegó a su concepción del ser a partir de un axioma puramente racional y existencial.

    ¿Por qué situar a Jenófanes entre los pensadores Jonios?

Es evidente que Jenófanes no es un seguidor típico de la nueva orientación filosófica que iniciará Pitágoras ni tampoco un representante claro de la filosofía milesia. Sin embargo, es evidente que sus ideas fueron una reacción directa a partir de las teorías milesias y de Homero,originariamente tambien jonio. Por todo ello, muchos autores (Kirk-Raven) incluyen a Jenófanes entre los pensadores jonios, y no detrás de Pitágoras, de acuerdo con un orden cronológico probable.

EL POEMA DE JENÓFANES

Jenófanes escribió su obra en verso. A algunos de su poemas se le denominó como eilloi, es decir, libelos o sátiras. Según tres fuentes tardías (Estobeo, el escolitasta ginebrino a la Iliada y Pólux) habría escrito tambien una obra sobre temas físicos titulada Peri physeos (Sobre la naturaleza). Otros autores, como Aecio, el cual hace referencia a sus poemas (eilloi), no dice nada sobre sus obras físicas. Es muy dudoso, por tanto, que Jenófanes haya escrito una obra (Burnet lo niega categoricamente) específica sobre la naturaleza (al modo de los milesios) lo que no quiere decir que no tuviera opiniones (como veremos más adelante) de tipo físico. Lo que parece cierto es que no orientó su interés fundamental sobre los temas de caracter físico sino que se dedicó de modo especial a tratar asuntos de caracter teológico. En este contexto, sus opiniones sobre la naturaleza estarían siempre conexionadas al asunto principal que era la teología. Tambien es probable que, con sus opiniones físicas, Jenófanes, intentara mostrar su repulsa irónica hacia las nuevas teorías milesias.

SU IMPORTANCIA COMO PENSADOR

Sobre su importancia intelectual se han sostenidos opiniones muy diferentes.

  1. Jaegger habla de su enorme importancia e influencia sobre el desarrollo religioso posterior.

  2. Burnet sostuvo que Jenófanes se habria reido a carcajadas si hubiera sabido que algún día lo iban a considerar como un teólogo.

  3. Lo cierto es que tanto una posición como la otra parecen exageradas. No hay duda de que Jenófanes fue un poeta con intereses especulativos centrados especialmente sobre cuestiones de religión y de los dioses. Pero esto no nos puede hacer caer en el simplismo de su caracter acientífico por el mero hecho de haberse dedicado a cuestiones teológicas. Y es que, según parece, en Jenofanes, el estudio de los dioses no estuvo divorciado del estudio sobre la naturaleza ( physis ), en donde, su deducción, a partir de la observación de fósiles, demuestran (como veremos más adelante) un claro sistema de deducción racional. Jenófanes, como teólogo, ( por otra parte teólogo griego ) fue, más que un dogmático, un crítico, un verdadero sabio dispuesto a hurgar en todos aquellos temas que llamaron su atención.

EL PENSAMIENTO DE JENÓFANES

Las ideas de Jenófanes abarcan fundamentalmente tres aspectos:

  1. La teología.

  2. Opiniones físicas.

  3. Limitación del conocimiento humano.

En relación con los dioses (Teología), sus ideas principales, son las siguientes:

  1. Crítica a los dioses de la religión convencional por su inmoralidad y su naturaleza antropomórfica. Jenófanes, descubre con claridad que los dioses son una creación y un reflejo de los hombres. Según él, las diferentes razas atribuyen a los dioses sus propias características particulares, lo que, por reducción al absurdo, debería llevarnos a pensar que los animales harían tambien lo mismo.

  2. Existe una sola divinidad que no es antropomófica. Cuando en los textos se afirma que: dios es el mayor entre los dioses y los hombres, no debería interpretarse literalmente el plural referido a los dioses ya que parece ser simplemente un recurso enfático (traición del inconsciente?). De todos modos existen otros pasajes en donde Jenófanes habla de los dioses (plural) tal vez en una concesión a la terminología popular.
    Jenófanes afirma que dios es uno y no semejante a los hombres ni en cuerpo ni en pensamiento. Esta afirmación parece implicar que dios debía tener cuerpo (aunque distinto al humano). Que debía tener cuerpo se deduce tambien de que, el dios de Jenofánes es un ser que ve y que oye.
    El dios de Jenófanes era tambien inmovil, por la razón interesante de que no le sería adecuado moverse de un sitio para otro. En este sentido Jenófanes aceptó el criterio griego de profunda raigambre del decet. Muy posiblemente la identificación del dios de Jenófanes y el ser de Parménides se debió a su inmovilidad a la que, más tarde, se le debieron añadir otras propiedades. Timón de Fliunte, por ejemplo, afirma que el dios de Jenófanes es igual por todas partes, por lo que se le atribuye forma esférica al modo del ser de Parménides. Sin embargo, Jenófanes, parece que lo describió como completamente igual por lo que el atribuir al dios de Jenófanes esfericidad es algo muy dudoso.
    El movimiento sería, además, según Jenófanes, algo innecesario en un dios ya que éste mueve todas las cosas mediante la activa voluntad que procede de su clara percepción. Todos estos actos el dios de Jenófanes no los lleva a cabo a través de órganos especiales sino a través del cuerpo entero inmovil del dios. Esta creencia ya procede de Homero, pues, según él, un dios podría llevar a cabo sus objetivos, por ejemplo, implantando en un mortal infatuación (Ate). Podemos ver tambien esta idea en Esquilo. En este contexto, es interesante hacer referencia a las investigaciones llevadas a cabo por K. von Firtz acerca del significado de los términos nóos y fren presentes en la Iliada. Allí,  Zeus, hace temblar el gran Olimpo con un simple movimiento de su cabeza. Pues bien, estas características se encuentran tambien presentes en el dios de Jenófanes lo que nos demuestra que es más homérico (en sentido negativo) de lo que puede parecer a primera vista.

  3. ¿Es el dios de Jenófanes coextensivo con el mundo? ¿Se identifica con el mundo? Aristóteles afirma que el dios de Jenófanes no era ni inmaterial (como creyó que era el uno de Parménides) ni material (como creyó que era el uno de Meliso). Esta deducción vendría dada por la presencia de elementos corporeos y no corporeos en el dios de Jenófanes; ya que, por un lado, parece decir que tiene cuerpo, y, por otro, puro entendimiento a través del cual mueve todas las cosas. Es significativo que Aristóteles no haga aquí ninguna referencia, para ilustrar el dios de Jenófanes como un antecedente del Nous de Anaxágoras, ya que éste será presentado como el más sutil de los cuerpos. En vez de esto, Aristóteles, hace la críptica observación de que el dios de Jenófanes con sus ojos puestos en el mundo todo dijo que lo uno era dios. Esta afirmación implica, sin duda, que el dios de Jenófanes se identifica con el mundo que es lo que tambien cree Teofrasto. Ahora bien, ¿cómo podía el dios de Jenófanes un ser inmovil si, al mismo tiempo, se identifica con un mundo que se nos muestra en movimiento? Parece evidentente que Aristóteles se equivocó en la identificación del dios de Jenófanes con el mundo. Lo que sucede es que, muy posiblemente, tampoco Jenófanes aclarara suficientemente el problema de la relación local del dios inmovil con un mundo en movimiento. Puede ser tambien que, al tratar esta cuestión, estuviera repitiendo, de alguna forma, la idea milesia hilozoista de la penetración divina en la materia, con la salvedad de que, para los milesios, no existe nada inmovil, aunque si permanente. Por otro lado, si Jenófanes hubiese dado a entender que dios estaba fuera del mundo, Aristóteles, lo habría aducido como un antecedente de su primer motor. Al no ser así, se desencadenó toda la confusión posterior.

  4. EN CONCLUSIÒN: Jenófanes concibió su dios en función de la negación de las propiedades que Homero le asignó a los dioses. En este sentido, frente al Olimpo como lugar de los dioses, Jenófanes, no atribuirá a su dios una localización precisa. Por otra parte, el dios de Jenófanes tenía una cierta clase de cuerpo ya que, en aquella época, una existencia puramente incorporea parece que les era imposible concebirla. Su cuerpo, sin embargo, aparte de su actividad perceptiva e intelectiva, parece tener una importancia secundaria, lo mismo que su localización.

En relación a las opiniones físicas de Jenófanes habría que señalar lo siguiente:

  1. Del análisis de los textos se puede deducir la gran confusión existente acerca de la visión que Jenófanes tenía sobre la naturaleza de los cuerpos celestes. Según algunos, como Teofrásto, éstos serían una concentración de partículas igneas; mientras que, según otros, como Aecio, serían nubes en ignición que se encendían por la noche como si fuesen ascuas.
    La idea de los cuerpos celestes, como nubes en ignición, estaría en estrecha relación con la afirmación de Jenófanes acerca de que el sol era una concentración de fuego que surgía por la exhalación procedente del mar. Esta idea está intimamente emparentada con Heráclito, el cual parece que creyó que los cuerpos celestes estaban llenas de fuego nutridos por exhalación. Heráclito decía tambien que el sol era nuevo cada día lo que, curiosamente, concuerda con lo que nos transmite Jenófanes en una cita de Hipólito.
    Según Kirk-Raven no existiría una oposición radical entre las dos teorías anteriores: el sol, debido a su brillo especial, podría ser una concentración de fuego, mientras que los demás cuerpos celestes serían simplemente nubes en ignición. Para apoyar esta tesis, existen varios textos. Por ejemplo, es evidente que Jenófanes concibió el arco iris como una nube. Por otra parte existen citas, referidas a Jenófanes, en donde se afirma que éste pensaba que existían innumerables soles y lunas. De esta afirmación se podría deducir que, Jenófanes, creía que el sol y la luna se encendían cada día, tal como pensaba Heráclito.
    Lo que sucede es que todo esto se complica porque existen otros textos en donde se dice que Jenofanes pensaba que existían muchos soles y lunas en diferentes regiones, secciones y zonas de la tierra. Los eclipses de sol se originarían porque, al no caminar sobre nada, el sol sería lanzado a otro segmento no habitado por nosotros.
    Según Kirk-Raven es muy posible que su afirmación, acerca de la pluralidad de soles y de lunas, se debiera al hecho de su diaria renovación; mientras que la explicación de los eclipses fuera debido a la retirada del sol hacia otros lugares de la tierra. La mezcla de estas dos ideas en los textos es lo que originaría la confusión.  Tambien es muy posible que la expresión el disco es desterrado a otras zonas de la tierra no habitadas por nosotros, se deba a que Jenófanes consideraba (como en el mito del Fedón) a los segmentos de la tierra como depresiones profundas. Esta concepción explicaría la salida y la puesta del sol, aunque, con esta desaparicón, no quedaría explicado la razón de los eclipses. Es dificil, por tanto, saber a ciencia cierta cual era su pensamiento en relación con la naturaleza de los cuerpos celestes. Además hay que tener en cuenta que Jenófanes debió echarle cierto grado de fantasía a todas estas consideraciones como cuando afirma que algo camina sobre la nada. Ello no quiere decir que todo sea irónico y humoristico.

  2. Jenófanes habla tambien sobre las raices de la tierra. Su versión se  basa en la concepción de Hesíodo según la cual el Tártaro dista tanto de la tierra por abajo como el cielo de ella por arriba. En la Teogonía las raices de la tierra y del mar están encima del Tártaro hundiendo sus raices indefinidamente. Esta extensión indefinida de la tierra está logicamente relacionada con otra cita en la que se dice que la tierra es infinita y que no está rodeada ni por el aire ni por el cielo.

  3. Todas las cosas, incluso el hombre, se componen de agua y de tierra ya que nacen de estos componentes. Esta idea era tradicional. Basta con compararla con lo que se dice en el oficio de difuntos: polvo eres y en polvo te convertirás
    Jenófanes parece que le asignaba al mar, que es la forma más extensa de agua, el caracter de fuente de todos los ríos asi como de la lluvia y de las nubes ( ya Anaximandro suponía que eran el producto de la exhalación del mar ).  El mar sería tambien la base de los vientos que parecen proceder de las nubes. Esta importancia que Jenófanes dada al mar presupone la idea de que la superficie de la tierra, en su forma actual, debió haberse desarrollado a partir del mar.

  4. La observación que Jenófanes llevó a cabo en relación con los fósiles nos demuestra su gran capacidad de observador científico. Es muy posible que sus observaciones no fueran llevadas a cabo en vivo aunque conviene destacar que dos, de los tres lugares mencionados, estaban dentro de la órbita siciliana de Jenófanes. En este sentido se ha puesto en duda la información sobre Paros, por razones de tipo geológico; pero ha resultado que su parte noreste no se compone ni de marmol ni de esquisto, por lo que es muy posible que haya contenido fósiles. Según Kirk - Raven, el director del instituto de geología de Atenas confirma que se han hallado fósiles en esa zona.
    No era nueva la idea de que la superficie de la tierra había sido, en algún momento, barro o limo (Anaximandro). En este sentido, los fósiles parecían ser una prueba decisiva.  Es cierto que Anaximandro no admitiía un proceso cíclico lo que si parece hacer Jenófanes. Según Hipólito, Jenófanes, decía que la tierra debió ser en algún momento barrro ya que las plantas existieron, en otro tiempo, en lo que ahora son rocas; por su parte existen tambien restos de peces en lo que actualmente es tierra firme. Por último, los hombres perecen cuando la tierra retorna al barro. Todo este razonamiento le llevó a concluir que todo sería producido de nuevo y este proceso acontecería en toda la ordenación de la superficie de la tierra.
    En definitiva, Jenófanes, aceptó, siguiendo a Anaximandro, la teoría de que los seres vivos proceden del barro; pero mientras éste (Anaximandro) entendió que la causa de su destrucción nacía de una extrema sequedad, aquel (Jenófanes) la puso en un diluvio (es posible que los mitos de las grandes catástrofes diluviales de Deucalión y de Pirra, asi como la desecación de la tierra de Faetón, sirvieran de precedente a este tipo de teorias). De todas formas las divergencias en Jenófanes y Anaximandro estaban más en conexión con las interpretaciones divergentes del curso de lo cambios surgidos en la superficie terreste: para Anaximandro la tierra se estaba desecando, mientras que para Jenófanes estaba retornando al mar o barro. Es posible que la idea de Jenófanes fuese una corrección consciente a Anaximandro al comprobar que el mar había invadido en Sicilia la lengua de mar que se acabó por convertir en el estrecho de Mesina. Lo que sucede es que en Mileto estaba sucediendo lo contrario.

  5. Lo dicho hasta ahora nos demuestra que Jenófanes no fue unicamente un teólogo sino tambien un físico-natural. Ahora bien, es muy posible, tambien, que los motivos que le llevaron a plantear cuestiones de tipo natural tuvieran una dimensión teológica, es decir, fueran encaminadas a cuestionar la concepción tradicional que consideraba los fenómenos de la naturaza como si fueran ellos mismos dioses.

En relación con sus ideas sobre la limitación del conocimiento humano habria que señalar lo siguiente:

  1. K. Deichgräber  sugiere que Jenófanes al expresar las deficiencias del conocimiento humano desarrolla un contraste poético común entre la ignorancia del poeta y la omnisciencia de la Musa. Esto nos motraría que la capacidad intelectual superior se encuentra en los dioses mientras que los hombres somos unos ignorantes. Esta misma idea está tambien implicita cuando Jenófanes, hablando de la naturaleza de dios, señala que éste no es semejante a los hombres ni en su cuerpo ni en su pensamiento.

  2. Lo anterior no quiere decir que Jenófanes estuviera defendiento la espera de una revelación. Al contrario, en los textos, sugieren la necesidad de una ardua investigación con el objeto de alcanzar - no la verdad absoluta- sino un estado especial de conocimiento.

  3. Jenófanes tuvo presente y reflexionó sobre problemas de relación (presentes tambien en Heráclito). Es de suponer que su observación sobre la miel confirma su creencia en la limitación del conocimiento humano asi como el contraste entre el conocimiento divino y humano. Todo está enfocado en contra del dogmatismo milesio y la necesidad de actuar con cautela en nuestro afán cognoscitivo.

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