FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS
Eleatas


Meliso de Samos


Lo que sabemos sobre la vida de Meliso es lo siguiente: Su floruit lo situa Apolodoro entre 441/40 a de Cristo. Diógenes Laercio afirma que fue discípulo de Parménides. Tambien parece que estuvo muy relacionado con el pitagorismo de su época. Simplicio, a quien debemos la conservación de los 10 fragmentos que subsisten, nos informa de que el libro de Meliso se titulaba Sobre la naturaleza o la realidad. Tambien parece que intervino activamente en la política de su ciudad, llegando a ser comandante de la flota Samia venciendo en una batalla naval al mismo Pericles.

A pesar de ser un seguidor de Parménides, Meliso, se separa de él en un punto esencial. Mientras que el Uno de Parménides era finito y esférico, Meliso, afirma, sin que halla lugar a la más mínima duda, que su Uno, para irritación de Aristóteles que lo califica de grosero y de rústico, era infinito en extensión (algo que niega Vlastos) y en tiempo.

¿Cuáles fueron las razones que llevaron a Meliso a separarse de su maestro, Parménides, afirmando que lo Uno era infinito?

  1. Meliso observa que al ser ( uno-limitado-similar a una esfera ) de Parménides se le podría hacer una clara objección: si la esfera de Parménides esta efectivamente limitada por todos los lados, entonces podría haber algo que estuviera fuera de sus límites y este algo sólo podría ser el vacío.

  2. Además, según Meliso, lo Uno no debería tener ni comienzo ni fín. Y es que si lo Uno tiene un comienzo, un medio y un fín, como lo sugieren las propias palabras de Aristóteles, ya no sería, con toda seguridad, uno, sino tres.

  3. Existen datos - por ejemplo, en el Parménides de Platón se habla de aquellos que tratan de burlarse del Uno de Parménides, demostrando sus numerosas consecuencias absurdas y contradicctorias - que nos hacen pensar que, lo señalado en los puntos 1 y 2,  podrían ser algunas de las objecciones que sus adversarios hacían a Parménides.
    En este contexto son tambien significativos dos pasajes que, sobre este mismo tema, nos transmite Aristóteles.

  4. Pues bien, es muy posible que Meliso, para hacer frente a todas estas críticas, decidira abandonar una de las tesis (la finitud) de lo Uno de Parménides para señalar que éste tenía que ser infinito.

LO UNO ES INCORPOREO

Pero aún hay más. Simplicio, que manejó directamente el libro de Meliso, cita un fragmento en donde se señala que, según Meliso, lo Uno era algo incorporeo. Aunque Burnett y Zeller lo niegan, la cita es tan clara que resulta absurdo negar su veracidad.

Ahora bien:

¿Por qué, Meliso, postula la incorporeidad de lo Uno?

No hay que olvidar que los pitágoricos atacaban a Parménides por describir a lo Uno, por un lado, como indivisible y homogoneo, pero, por otro, al ser similar a una esfera, debería ser algo corporeo y, por tanto, tener partes.

Ahora bien:

¿cómo compaginar algo tan contradictorio como la afirmación de que lo uno es indivisible con la de que, al mismo, tiempo tiene partes?


La tesis de Meliso de que lo Uno es algo incorporeo habría que situarlo en su intento por resolver esta contradicción presente en la doctrina de su maestro Parménides.

Y es que si lo uno (tal como le hacían ver los oponentes a Parménides) tiene cuerpo (soma) y grosor (pájos), entonces debería tener, tambien, partes (mória). Pero si tiene partes, es decir, si es algo corporeo, entonces no es algo finito e indivisible.
Pues bien, parece que Méliso se dió cuenta de que el único modo de hacer frente a estos ataques sería negar a lo Uno esos atributos y señalar que no es algo corporeo sino incorporeo.
Nótese que esta forma de argumentar de Meliso es muy parecida a la usada para señalar que lo Uno era infinito, ya que al afirmar que no tenía principio, medio y fín, lo que estaba realmente diciendo es que no constaba de tres partes.
En definitiva, parece que Meliso aceptó la tarea de adaptar el aspectos positivo de la doctrina eleática a la luz de las críticas negativas realizada a lo Uno de Parménides.

Ahora bien, el que Meliso hable de lo Uno como algo incorporeo no implica que esté pensando en una realidad puramente abstracta e inespacial, al modo del Demiurgo de Platón o del primer motor de Aristóteles. Parece evidente que Meliso pensaba que lo Uno, aún siendo incorporeo, ocupaba un espacio. Parece, por tanto, que Meliso habla de lo Uno como algo incorporeo pero, al mismo tiempo, infinito, al menos, en duración temporal. La paradoja surge desde el momento en que Meliso está hablando de algo incorporeo infinito que está sometido al paso del tiempo. Parece que Meliso no se planteó ( tampoco sus contemporaneos ) este problema. Y es que tanto Empédocles ( amor-odio ) como Anaxágoras ( Nous ) tampoco resolverán esta cuestión. Hay que esperar a Platón y Aristóteles para que la idea de algo incorporeo, y, al mismo tiempo, inespacial e intemporal, sean asumidos como algo lógico y natural.

MELISO PREFIGURA EL ATOMISMO

Cuando Meliso afirma que si si hubiera una pluralidad, cada uno de los seres plurales tendría que tal como es mi descripción del Uno es evidente que parece estar prefigurando a los atomistas. Y esto por lo siguiente:

  1. Los atomistas defenderán que la pluralidad de los átomos son infinitos en número. Tambien el Uno de Meliso es infinito.

  2. Segun los atomistas, los átomos son indivisibles, es decir, no tienen partes. En este sentido sería una realidad incorporea, aunque situada dentro del espacio y del tiempo. Tambien Meliso establece que lo uno (incorporeo) está sometido a la duración temporal.

  3. Los atomistas defenderán tambien que los átomos están en un movimiento eterno. Aqui parece que Meliso no se atrevió a ir tan lejos. Afirmar el movimieno de lo Uno sería ya una herejía dentro de la escuela eleata.

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