Según la información que obtuve de los griegos
que habitan tanto junto al Helesponto y el Ponto, este Salmoxis, un hombre
de existencia real, fue en Samos esclavo de Pitágoras, hijo de
Mnesarco....Pero mi propia opinión es que Salmoxis fue muy anterior a
Pitágoras.
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Aristoxeno dice que, a la edad de 40 años, al ver
que la tiranía de Polícrates se intensificaba...emigró a Italia. |
Emigró a Crotona de Italia, donde, por haber
redactado leyes para los italiotas, adquirió gran renombre juntamente con
sus discípulos. Éstos, en número de trescientos, administraban tan bien
la política que la constitución fue virtualmente aristocrática. |
Por este motivo se fue Pitágoras a Metapontio,
donde se dice que murió. |
Pitágoras, hijo de Mnesarco, en un principio se
aplicó con ardor a las matemáticas y los números, pero luego no supo
resistirse a los prodigios obrados por Ferécides. La plurisciencia no enseña a tener inteligencia;
pues, de los contrario, hubiera enseñado a Hesíodo, a Pitágoras, e
incluso a Jenófanes y Hecateo. Pitágoras, hijo de Mnesarco, practicó la
investigación científica por encima de todos los hombres y, tras hacer
una selección de estos escritos, se hizo su propia sabiduría, que fue,
en realidad, diletantismo y extravagancia. Este Salmoxis...que tuvo contacto con los griegos
y (especialmente) con Pitágoras, sabio no el menos vigoroso entre los
griegos. Tambien Empédocles confirma su testimonio, cuando
dice sobre él (Pitágoras): Había entre aquéllos un hombre de
extraordinario conocimiento, que adquirió la máxima riqueza de
sabiduría, sumamente experto en toda clase de obras sabias; pues, siempre
que ponía su máximo empeño, veía con facilidad todas y cada una de las
cosas que existen en diez e incluso en veinte generaciones de hombres. |
No se introduce, en cambio, en los templos artículos
de lana, ni se les entierra con ellos, pues no está permitido. Concuerdan
en esto con los llamados órficos y las prácticas báquicas, realmente
egipcias y no con los pitagóricos, ya que no se permite que quien
participa de éstos ritos orgiásticos sea enterrado con vestidos de lana.
Hay una versión sagrada sobre este tema. Despues de estos hechos creció extraordinariamente
su fama y se atrajo a muchos discípulos de la ciudad misma (no solo
hombres, sino tambien mujeres, una de las cuales, Teano, se hizo tambien
famosa) y muchos principes y caudillos de la zona circundante. Nadie puede
decir con seguridad lo que les decía a sus asociados, ya que el silencio
mantenido sobre ellas se sale fuera de la corriente. Digno de admiración es tambien el rigor en el
mantenimiento del secreto; pues durante tantas generaciones nadie parece
que se encontró con pensamientos pitagóricos con anterioridad a la
época de Filolao; éste fue el primero en publicar estos tres notables
libros, que, según se dice, compró Dión de Siracusa por cien minas a
instancias de Platón. Ni Pitágoras escribió nada, ni Sócrates ni
Arcesilao ni Carnéades. |
Sobre el asunto de la reencarnación aduce
Empédocles un testimonio adicional en una elegía, que comienza: Ahora
paso a otro tema y mostraré el camino. Lo que sobre él (Pitágoras) dice
es lo siguiente: Dice que al pasar él, en una ocasión, junto a un
cachorro que estaba siendo maltratado, sintíó compasión y dijo: cesa de
apalearle, pues es el alma de un amigo la que reconocí al oirle gritar. Ión de Quíos dice sobre él (Ferécides): Así
éste destacó en hombría y en honor y, muerto, tiene una vida agradable
para su alma, si es que el sabio Pitágoras supo y aprendió verdaderas
opiniones sobre todos los hombres. Los egipcios son, además, los primeros en sostener
la doctrina de que el alma del hombre es inmortal y que, cuando el cuerpo
perece, se introduce en otro animal que esté naciendo entonces;
despues de recorrer todos los animales de tierra firme, los de mar y los
volátiles, se introduce de nuevo en el cuerpo de un hombre en nacimiento
y su ciclo se completa en un período de tres mil años. Hay griegos que
adoptaron esta doctrina unos antes y otros más tarde, como si fuera de su
propia invención; aunque conozco sus miembros, no los escribo. |
LLegaron a hacerse especialmente famosas las
(manifestaciones) siguientes: en primer lugar, su afirmación de que el
alma es inmortal; en segundo lugar, que se cambia en otras clases de seres
vivos, que, además, vuelven a ocurrir cada ciertos períodos y que no hay
nada absolutamente nuevo; finalmente, que Si uno fuera a creer a los pitagóricos en sus
manifestaciones de que las mismas cosas individuales (en cuanto a su
número) van a retornar, entonces yo es volveré a hablar a vosotros tal
como ahora estáis sentados, llevando en mi mano este mismo bastón, y lo
mismo ocurrirá con todas las demás cosas, y es lógico suponer que el
tiempo entonces es el mismo que ahora. |
No solo abstenerse de los seres vivos, sino también
no acercarse nunca a los carniceros y cazadores. Prohibía sobre todo comer (ruibarbo, salmonete?),
abstenerse del corazón y de las habas y tambien, según Aristóteles, en
determinadas ocasiones, de la matriz y del barbo (pez hermafrodita).
Sacrificaba únicamente cosas inanimadas; pero otros afirman que sólo
usaba gallos, cabritos lactantes y los llamados lechoncitos, nunca
corderos. Basten estas reglas para indicar su caracter:
|
La forma de sus enseñanza era doble: a un grupo de
sus seguidores se les llamaba matemáticos y al otro acusmáticos. Los
matemáticos fueron los que aprendieron la versión más detallada y con
una elaboración más precisa de su doctrina, los acusmáticos los que
simplemente oyeron las enseñanzas compendiadas de sus escritos sin una
exposición más exacta. |
(Así) Pitágoras transformó la filosofía
geométrica en una forma de educación liberal mediante la búsqueda de
sus primeros principios en una esfera superior (de la realidad). |
La vida, dijo, se parece a una asamblea de gente en
los Juegos; así como unos acuden a ellos para competir, otros para
comerciar y los mejores (vienen) en calidad de espectadores, de la misma
manera, en la vida, los esclavos andan a la caza de reputación y
ganancia, los filósofos, en cambio, de la verdad. |
Los pitagóricos, según dice Aristoxéno, purifican
el cuerpo por medio de la medicina, y el alma por medio de la música. |
(El cuadrado de la hipotenusa de un triángulo
rectángulo es igual a la suma de los cuadrados de los lados que forman el
ángulo recto). El texto de la frase siguiente está corrupto, pero su
sentido es éste: si prestamos atención a los que sienten predilección
por relatar la historia antigua, nos encontraremos con algunos que
atribuyen este teorema a Pitágoras y que refieren que sacrificó un buey
por este descubrimiento. |
En tiempos de estos (filósofos) y antes que
ellos, los llamados pitagóricos se dedicaron a las matemáticas y fueron
los primeros en hacerlas progresar; absortos en su estudio creyeron que
sus principios eran los principios de todas las cosas. Puesto que los
números son por naturaleza los primeros de estos principios y en
los números creían contemplar muchas semejanzas con los seres existentes
y con las que están en formación - más que en el fuego, la tierra o el
agua (siendo la modificación de los números las justicia, tal otra el
alma y la razón, otra distinta la oportunidad ya casi de un modo
semejante todas las demás cosas) -; puesto que veían que los atributos y
las relaciones de las escalas musicales eran expresables en números y que
parecía que todas las demás cosas se asemejaban en toda su naturaleza a
los números y que éstos parecían ser los primeros de toda la
naturaleza, supusieron que los elementos de los números eran los
elementos de todos los seres existentes y que los cielos eran armonía y
número. Y cuantas propiedades de los números y escalas pudieron
demostrar que concordaban con los atributos, las partes y la disposición
total de los cielos, las reunieron y las ajustaron a su esquema; y si en
alguna parte había algún espacio intermedio, hacían prestamente
adiciones, de modo que toda sus teoría fuera coherente. Por ejemplo, como
creen que la década es perfecta y que abarca la naturaleza entera de los
números, afirma que tambien los cuerpos qeu se mueven en torno a los
cielos son diez, más, al ser nueve solamente los visibles, se inventan,
por esta razón, la anti - tierra. Hemos discutido estas cuestiones con
más exactitud en otro lugar.....
Éste es el modo en que parece que Alcmeón de
Crotona lo concibió y o él tomó su opinión de ellos o ellos la tomaron
de él;...y se expresó de un modo semejante a ellos. Dice que la mayoría
de las cosas humanas son duales, sin referirse a oposiciones definidas
como éstos, sino a culquiera, p. e., blanco y negro, dulce y amargo,
bueno y malo, grande y pequeño. Emitió indefinidas sugerencias sobre las
demás oposiciones; los pitagóricos, en cambio, manifestaron cuántas y
cuáles eran (su número y su naturaleza). |
De ambas escuelas, pues, podemos aprender lo
siguiente: que los contrarios son los principios de las cosas; y de una de
las dos, cuántos y cuáles son estos principios. Tambien los pitagóricos han hablado de dos
principios, pero añadieron - lo que es privativo de ellos - que creían
que lo finito y lo infinito (y la unidad) no eran atributos de algunas
otras cosas, por ejemplo, del fuego, de la tierra o de cualquier otra cosa
semejante, sino que lo infinito mismo y la unidad misma eran la substancia
de los seres de los que se predican; por lo que tambien el número es la
substancia de todas las cosas. Los pitagóricos parecen haber sostenido una
opinión más convincente sobre ello, cuando colocan a lo Uno en la
columna de los bienes. Pues lo malo pertenece a lo ilimitado, como
conjeturaban los pitagóricos, y lo bueno a lo limitado. |
Diodoro de Eretria y Aristóxeno, el musicólogo,
dicen que Pitágoras visitó al caldeo Zaratas. |
En tiempos de estos filósofos y
antes que ellos, los llamados pitagóricos, se dedicaron a las
matemáticas y fueron los primeros en hacerlas progresar y, absortos en su
estudio, creyeron que sus principios eran los principios de todas las
cosas. Puesto que los números son por naturaleza los primeros de estos
principios...supusieron que los elementos de los números eran los
elementos de todos los seres....Los elementos del número son lo par y lo
impar, y de éstos el primero es ilimitado y el segundo limitado. |
La verdadera naturaleza del número es 10. Todos los
griegos y todos los bárbaros cuentan por igual hasta 10 y revierten
después a la unidad. Y afirma, de nuevo, (Pitágoras), que el poder
interno del número diez radica en el número cuatro, la tétrada y su
razón es la siguiente: si se parte de la unidad y se le añaden los
números sucesivos hasta cuatro, se forma el número 10; si se excede la
tétrada, se excede tambien el diez. Si, por ejemplo, se toma la unidad y
se añade el dos, despues el tres y luego el cuatro, completan el número
diez. De manera que el número por su unidad radica en el número diez,
pero en lo referente a su potencialidad en el número cuatro. Por esta
razón solían invocar los pitagóricos a la tétrada como su juramento
más solemne: Por el que transmitió a nuestra generación la tetractys,
que contiene la fuente y la raiz de la naturaleza eterna. |
Además los pitagóricos identifican lo infinito
con lo par. (Pues, de éste, cuando está incluido y limitado por lo par
les viene a las cosas la infinitud). Una muestra de ello es lo que
acontece con los gnómones en torno a la uno y fuera de lo uno, la figura
que resulta en una de las construcciones es siempre diferente y en la otra
es siempre la misma. Platón en cambio.... Un número oblongo es aquel que, en
su representación diagramática, forma una figura rectangular de cuatro
lados, pero sus lados no son iguales, sino que su longitud difiere de su
anchura en una sola unidad. |
Estos entendían por infinitud al número par,
porque toda cosa par, como dicen los comentadores, es divisible en partes
iguales, y lo que es divisible en partes iguales es infinito respecto a la
división en dos; porque la división en mitades se prolonga ad infinitum
y la adición de lo impar, en cambio, lo limita, impidiendo su división
en partes iguales. Así, pues, los comentadores atribuyen lo ilimitado a
lo par en lo que respecta a la divisibilidad en mitades y es evidente que
no conciben la divisibilidad ad infinitum en términos de número, sino de
magnitudes....Es evidente que tampoco Aristóteles considera, en modo
alguno, la divisibilidad en mitades como explicación de lo infinito. Número par es aquel que admite división en
mitades sin la interposición de la unidad; impar, en cambio, el que no la
admite por interponerse la unidad predicha. |
Tambien los pitagóricos creen en una sola clase
de número - el matemático -; sólo que dicen que no está separado, sino
que de él se componen las substancias sensibles. Construyen todo el
universo a base de números y creen que éstos no se componen de mónadas
verdaderas, sino que suponen que las unidades tienen magnitud
espacial....Todos, excepto los pitagóricos, suponen que los números
constan de unidades abstractas....éstos, como ya hemos dicho con
anterioridad, suponen que los números tiene magnitud. |
Es evidente que éstos creen tambien que el
número es el principio material de las cosas. Ecfanto
de Siracusa, uno de los pitagóricos, sostuvo que los principios de todos
los seres eran los cuerpos indivisibles y el vacio. Él fue, en efecto, el
primero en afirmar que las unidades pitagóricas eran corpóreas. Además,
¿cómo hay que combinar la creencia de que las modificaciones del número
y el número mismo son la causa de las cosas que existen y acontecen en el
cielo ya desde el principio y ahora que no hay ningún otro número más
que éste del que está compuesto el mundo? |
Mas los pitagóricos, al ver que muchos atributos
de los números pertenecían a los cuerpos sensibles, concibieron que las
cosas eran números pero no separados, sino como elementos de los que
constan los seres reales. |
La doctrina de los pitagóricos tiene, por una
parte, menos dificultades que las mencionadas, pero, por otra, tiene las
suyas propias. Pues el no concebir al número como capaz de existir
separadamente remueve ciertamente muchas dificultades; pero que los
cuerpos están compuestos de números y que este número sea el
matemático es imposible. Pues tampoco es verdadero hablar de magnitudes
espaciales indivisibles; y, aún cuando pudiera haber magnitudes de este
tipo, las unidades, al menos, no tienen magnitud. ¿Cómo es posible que
una magnitud conste de indivisibles? Pero el número matemático, al
menos, consta de unidades abstractas, mientras que éstos identifican al
número con las cosas reales. Aplican, de cualquier modo, sus
proposiciones a los cuerpos como si se compusieran de estos números. Pues,
cuando de una determinada parte colocan la opinión y, un poco más arriba
o un poco más abajo, la injusticia y la separación o la mezcla y aducen
como prueba de ello que cada una de estas cosas es un número y que en
este mismo lugar hay ya una multitud de cuerpos extensos compuestos de
números, precisamente porque la cualidades de su número constitutivo
está conexionado con estos lugares, ¿es este número del mismo que el
que constituye el universo, o bien se precisa de otro número además de
aquel? Pues
es evidente que los cuerpos naturales poseen peso y levedad, mientras que
la asociación de unidades no puede componerse para formar un cuerpo ni
poseer peso. |
Puesto que los números son, por naturaleza, los
primeros de estos principios y en los números creían contemplar muchas
semejanzas con los seres existentes y con lo que están en período de
formación - más que en el fuego, la tierra o el agua (siendo tal
modificación de los números la justicia, tal otra el alma y la razón,
otra la oportunidad, y de un modo semejante casi todas las cosas. Pitágoras
fue el primero en emprender la discusión sobre la virtud, pero no lo hizo
rectamente; pues al referir las virtudes a los números, no adoptó un
método adecuado a ellas, ya que la justicia no es un número cuadrado. Los
pitagóricos trataron antes unos pocos seres, cuyas definiciones
conexionaban con los números - p. e,. la oportunidad, la justicia o el
matrinomio; Sócrates, en cambio, buscaba razonablemente la esencia. Siendo tal modificación de los
números la justicia y tal otra el alma y la razón. |
Extraño es tambien atribuir generación a los seres
eternos, mejor dicho, es imposible. No hay necesidad alguna de dudar sobre
si los pitagóricos les atribuyen o no generación; pues abiertamente
afirman que, una vez consolidada la unidad, bien a partir de planos, de la
superficie (color), de un GERMEN o elementos que no saben expresar, al
punto la parte de lo ilimitado más próxima comenzó a ser arrastrada
dentro y limitada por el límite. Parecen no saber
cómo se consolidó la primera unidad poseedora de magnitud. Pues el color o
está dentro del límite o es límite; por eso los pitagóricos llamaban
tambien color a la superficie. |
Los pitagóricos sostuvieron también que el vacío
existe y que el aliento y el vacío se introducen después, desde lo
ilimitado, dentro del cielo mismo como si (éste) los inhalara; el vacío
define las naturalezas de las cosas, por ser un cierto elemento separador
y delimitador de los seres en serie. Esto acontece primeramente en los
números; pues el vacío distingue su naturaleza. En el primer libro de
su obra Sobre la filosofía de Pitágoras dice que el universo es uno y
que desde lo ilimitado son introducidos en él el tiempo, el aliento y el
vacío, el cual delimita constantemente los emplazamientos de cada una de
las cosas. Lo vacío penetra en el cosmos, el
cual, como si dijeramos, lo inhala o lo acoge en sí, igual que el
aliento, de entre cuantas cosas lo rodean. |
Puesto que la díada es la primera extensión (pues la
unidad se extendió primeramente en la díada, e igualmente a la tríada y
a los números siguientes), si tratamos de definir la linea, dicen los
pitagóricos, no debemos decir es que una cantidad extendida en una
dimensión, sino que la linea es la primera dimensión. Porque el 1 es el
punto, el 2 la linea y el 3 el triángulo y el 4 la pirámide. Todos
éstos son primarios y primeros principios de las cosas individuales de la
misma clase....y los mismos están en la generación; porque el primer
principio respecto a la magnitud es el punto, el segundo la linea, el
tercero la superficie y el cuarto el sólido. Hay
quienes creen que, porque el punto es el límite y extremo de la linea, la
linea del plano y éte del sólido, es necesario que tales cosas existan
realmente. Y puesto que dicen
que el movimiento de una linea origina un plano y el de un punto una
linea, también los movimientos de las unidades serán lineas. Porque un
punto es una unidad dotada de posición. Algunos dicen que el
cuerpo sólido se compone de un solo punto; éste, por fluxión, origina
la linea, ésta, igualmente por fluxión, produce el plano y éste,
mediante un movimiento hacia arriba y hacia abajo, genera el cuerpo
tridimensional. Pero esta postura de los pitagóricos difiere de la de los
anteriores. La sexta tetractys se refiere a
los seres que se desarrolan a partir de un germen. La semilla es análoga
a la unidad y al punto, su crecimiento en sentido longitudinal es análogo
a la díada y la linea, su aumento en anchura a la tríada y al plano y su
crecimiento en altura a la tétrada y al sólido. |
Pero, aunque se les concediera que la magnitud
espacial se compone de estos elementos en incluso se probara, ¿cómo se
explica que sean ligeros unos cuerpos y otros pesados? A juzgar por lo que
suponen y sostienen, no hablan más de cuerpos matemáticos que de cuerpos
sensibles; nada han dicho sobre el fuego, la tierra u otros cuerpos
semejantes, porque, a mi juicio, no tienen nada de particular que decir
respecto a los cuerpos perceptibles. |
Parece que estos pensadores creían que el número
es el principio a modo de causa material para los seres existentes y como
constitutivo de sus modificaciones y estados permanentes. Nada
se ha precisado en modo alguno sobre el modo en que los números son las
causas de las substancias y del ser, si como límites (como los puntos lo
son de las magnitudes espaciales)...¿o por qué la armonía es una
relación de números y lo es igualmente el hombre y cada una de la demás
cosas? Pero ¿cómo los atributos - lo blanco, lo dulce y lo caliente -
son números? |
Como
creen que la década es perfecta y que abarca la naturaleza entera de los
números, afirma que tambien los cuerpos que se mueven en torno a los
cielos son diez, más, al ser nueve solamente los visibles, se inventan,
por esta razón, la anti - tierra. Hemos discutido estas cuestiones con
más exactitud en otro lugar..... La
mayoría de los pueblos dicen que la tierra está situada en el centro del
universo... pero los filósofos itálicos, llamados pitagóricos,
sostienen lo contrario. Dicen que en el centro está el fuego y que la
tierra es una de las estrellas que, al moverse circularmente en torno al
centro, da lugar al día y a la noche. Se imaginan, además, otra tierra
en oposición a la nuestra, a la que llaman anti-tierra, sin buscar en
ello teorías y causas que expliquen los hechos observados, sino forzando
sus observaciones y tratando de acomodarlas a ciertas teorías y opiniones
propias. Pero tambien otros muchos podrían concordar en que no se le debe
otorgar a la tierra la posición central, buscando la confirmación en
razonamientos más que en los hechos observables. Pues piensan que el
lugar más noble le corresponde a la cosa más preciosa y que el fuego es
más precioso que la tierra (y) el límite más que lo intermedio y la
circunferencia y el centro son el límite. Basándose en estos
razonamientos opinan que no es la tierra quien ocupa el centro de la
esfera, sino más bien el fuego. Los pitagóricos tienen aún una razón
más al sostener que la parte más importante del mundo, que es el centro,
debe ser custodiada en grado máximo: al centro, o mejor, al fuego que
ocupa ese lugar lo llaman guardián de Zeus, como si la palabra centro
fuera completamente equívoca y el centro de la figura matemática y el de
la cosa fuera también el centro natural. Es mejor, sin embargo, concebir
el centro de todos los cielos de un modo análogo al de los animales, en
los que son diferentes el centro del animal y el del cuerpo. De
todo esto se deduce claramente que la teoría de que el movimiento de las
estrellas produce una armonía, i. e., que los sonidos que producen son
concordes, no es cierta, a pesar de la gracia y la originalidad con que ha
sido expuesta. Algunos creen que el movimiento de los cuerpos de tamaño
tan grande debe producir un sonido, ya que, en efecto, lo hace el
movimiento de los cuerpos terrestres, inferiores en tamaño y en
velocidad. Cuando el sol, la luna y todas las estrellas, tan numerosas y
tan grandes, se mueven con un movimiento tan rápido, es imposible que no
produzcan un sonido inmensamente grande. Partiendo de esta argumentación
y de la observación de que sus velocidades, medidas por sus distancias,
tienen las mismas relaciones que las de las concordancias musicales,
afirman que el sonido emitido por el movimiento circular de las estrellas
es armónico. Más, como parece absurdo que nosotros no oigamos esta
música, lo explican diciendo que el sonido está en nuestros oidos desde el
momento mismo de nuestro nacimiento, de modo que no se distingue de su
contrario, el silencio, puesto que el sonido y el silencio se distinguen
por contraste mutuo. A los hombres les sucede, pues, lo mismo que a los
herreros, que están tan acostumbrados al ruido que no se dan cuenta
de él. En
el centro de la tierra dicen que hay un fuego y que en torno al centro se
mueve la anti-tierra, tierra ella misma, cuyo nombre le adviene de su
oposición a la nuestra; después de la anti-tierra viene nuestra tierra,
que también se mueve en torno al centro y a continuación de la tierra la
luna; pues asi lo relata Aristóteles en su obra Sobre los pitagóricos.
La tierra, por ser una de las estrellas que se mueve en torno al centro,
origina el día y la noche de acuerdo con su posición respecto al sol. La
anti-tierra que se mueve en torno al centro y sigue a nuestra tierra, no
nos es visible debido a que se interpone constantemente la masa de
la tierra...Por suponer que la década es el número perfecto, querían
tambien que el número de los cuerpos en revolución fuera diez. Y puesto
que postularon, según dice Aristóteles, que la esfera de las estrellas
fijas era una, siete los planetas y una nuestra tierra, completaron la
década con la anti-tierra. Así expuso Aristóteles sus opiniones. Pero
los miembros más genuinos de la escuela consideran que al fuego central
como la fuerza creadora que da vida a toda la tierra desde el centro
y calienta sus partes frías; por eso la llaman la torre de Zeus, como
Aristóteles contó en su escrito Sobre los pitagóricos, otros la
guardia de Zeus, según el mismo dice en dicho escrito y otros el
trono de Zeus, según dicen otros autores. Filolao
coloca al fuego en torno al centro del Universo y lo llama hogar del
mundo, la casa de Zeus, madre de los dioses, altar, vínculo y medida de
la naturaleza. Hay a su vez otro fuego que envuelve al universo en su
periferia. Pero dice que el centro es por naturaleza pirmario y que, en
torno a él, danzan diez cuerpos divinos - en primer lugar, la esfera de
las estrellas fijas, después los cinco planetas, luego el sol, la luna,
la tierra y la anti-tierra y, por último, el fuego del hogar, que tiene
su sitio en torno al centro. |
Parece que la teoría de los pitagóricos tiene el
mismo propósito: pues algunos de ellos dijeron que el alma es las
partículas que hay en el aire y otros que es ella la que las mueve.
Hablan de partículas porque se muestran siempre en constante movimiento,
aun cuando haya calma completa. |
Otra teoría nos ha sido transmitida sobre el
alma....Dicen, en efecto, que es una cierta clase de armonía; la armonía
es una mezcla y composición de contrarios y el cuerpo está compuesto de
contrarios. |
Ellos solo intentan decir qué cosa es el alma,
pero nada más especifican sobre el cuerpo que la ha de recibir, como si
fuera posible, según los relatos pitagóricos, que un alma cualquiera se
introduzca en un cuerpo cualquiera.
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