. . . . . Es evidente que todos
los razonamientos que se refieren a asuntos de hecho están fundados
en la relación causa y efecto.... Por lo tanto, para encender estos
razonamientos debemos estar perfectamente familiarizados con la idea
de causa.... He aquí una boca de billar sobre el tapete, y otra
bola moviéndose hacia ella con rapidez. Las dos chocan y la bola
que en un principio permanecía en reposo,
adquiere ahora movimiento. Es éste un ejemplo de la relación de
causa y efecto.... Examinémoslo. Es evidente que las dos bolas se
pusieron en contacto antes de que el movimiento fuera comunicado, y
que no hubo intervalo entre el. choque y el movimientos. La contigüidad
en el tiempo y el espacio es, por tanto, una circunstancia requerida
para la operación de todas las causas. Es evidente, del mismo modo,
que el movimiento que fue la causa es anterior al movimiento que fue
el efecto. La prioridad en el tiempo y en el espacio es, por
consiguiente, otra circunstancia requerida en cada causa. Pero esto
no es todo.... siempre el impulso de una produce el movimiento de la
otra. Hay aquí, por tanto, una tercera circunstancia, a saber, la
unión constante entre la causa y el efecto Cada objeto que es causa
produce siempre un objeto que es efecto. Fuera de estas tres
circunstancias de contigüidad, prioridad y unión constante,
nada más puedo descubrir en esta causa. -
( Hume. Abstract. Páginas 33-34)
Este es el caso cuando la causa y el efecto
están presentes a los sentidos. Veamos ahora en qué se funda
nuestra experiencia cuando concluimos del uno que la otra ha
existido, o de la otra que el otro existirá. Supongamos que yo veo
una bola moviéndose en línea recta hacia otra; inmediatamente
concluiré que ambas chocarán y que la segunda se pondrá en
movimiento. Esta es la inferencia de la causa y del efecto, y de
esta naturaleza son todos nuestros razonamientos referentes a la
conducta de la vida ..... Si podemos explicar la inferencia que se
origina cuando tiene lugar el choque de las dos bolas, seremos
capaces de explicar esta operación de la mente en todos los casos.
Si fuera creado un hombre, tal y como Adán, con pleno vigor de
entendimiento y sin experiencia alguna,, jamás sería capaz de
inferir el movimiento e impulso de la segunda bola a partir del
movimiento e impulso de la primera, la razón no puede ver en la
causa nada que nos permita inferir el efecto. Una inferencia tal, si
fuera posible, sería lo mismo que una demostración, ya que sólo
estaría fundada en la comparación de ideas. Pero ninguna
inferencia de la causa al efecto es una demostración ..... Pues
cuando una demostración tiene lugar, lo contrarío de ella es
imposible e implica contradicción. Por consiguiente, no hay
demostración para ninguna unión de causa y efecto. (Hume.
Abstract. Pags.34-35)
.....hubiera sido necesario que Adán....
hubiera tenido experiencia del efecto que se siguió del impulso de
estas dos bolas. Tuvo que haber visto, en varias ocasiones, que
cuando una bola chocaba con la otra, la segunda siempre adquiría
movimiento. Si hubiera visto un número suficiente de casos
semejantes, siempre que observara una bola moviéndose hacia la
otra, concluiría, sin la menor vacilación, que la segunda adquirirá
movimiento. Su entendimiento se anticiparía a su vista, y formaría
una conclusión que se acomodara a su experiencia pasada. De esto,
pues, se sigue que todos los razonamientos referentes a la causa y
el efecto están fundados en la experiencia; y que todos los
razonamientos de experiencia están fundados en la suposición de
que el curso de la naturaleza continuará uniformemente igual.
Concluimos que causas semejantes, en semejantes circunstancias,
producirán efectos semejantes. (Hume.
Abstract Pags 35-36)
..... es evidente que Adán, con toda su
ciencia, jamás hubiera podido demostrar que el curso de la
naturaleza debe, continuar uniformemente igual, y que el futuro debe
ser conforme al pasado. Nunca puede ser demostrado que aquello que
es posible sea falso; y es posible que el curso de la naturaleza
pueda cambiar, ya que nosotros somos capaces de concebir ese
cambio.... tampoco se podría probar, mediante argumento probable
alguno, que el futuro debe ser conforme al pasado. Todos los
argumentos probables se basan en la suposición de que existe esta
conformidad entre el futuro y el pasado.... Esta conformidad es un
asunto de hecho, y, si debe ser probado, sólo admitirá aquella
prueba que provenga de la experiencia. Pero nuestra experiencia
pasada no puede probar nada que se refiera al futuro, a menos que se
suponga que entre el pasado y el futuro existe una semejanza.
(Hume. Abstract. Pag. 36)
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