PRINCIPIOS DE CARÁCTER METAFÍSICO

Tomás de Aquino no creía en la existencia de principios innatos a partir de los cuales explicar la realidad; pero si creía en la existencia de PROPOSICIONES EVIDENTES Y NECESARIAS que si nos dan información sobre la realidad. Estas proposiciones son, según Tomás de Aquino, Principia per se nota, es decir, evidentes de suyo.
Existen dos tipos de proposiciones evidentes:
A) Aquéllas en donde lo que se dice del predicado ya está contenido en el sujeto. Son proposiciones obvias y su verdad se nos muestra como evidente sin necesidad de análisis ninguno. Ejemplo: El todo es mayor que las partes.
B) Las OTRAS proposiciones son aquellas que no se nos muestran tan obviamente como verdaderas pero que ,sin embargo, son también evidentes y necesarias. En tales proposiciones lo que se dice en el sujeto no está contenido necesariamente en el predicado, pero no por eso dejan de ser evidentes. Ejemplo: Todo lo que empieza a existir tiene una causa. Es una proposición evidente y necesaria, según Tomás de Aquino, aunque la idea de existencia no incluye necesariamente el de causa.
Al
CONOCIMIENTO de estos principios el entendimiento llega a partir de la OBSERVACIÓN sensible en un proceso que consta de los pasos siguientes:
1º) Conocimiento del significado de los términos que aparecen en los principios (agente causal, cosa que se genera etc.) Tal aprendizaje necesita de la experiencia.
2º)A partir de este tipo de experiencias, el entendimiento, de modo activo, puede formular principios como el de todo lo que empieza a existir tiene una causa.
3º)Tales principios no solo tienen carácter ontológico sino también lógico, es decir, las proposiciones no solo significan una descripción de la realidad sino que también expresan evidencia y necesidad. Esto último implica que podemos decir que conocemos a priori tales principios.
Ahora bien, la creencia tomista en la existencia de principios evidentes de suyo no significaba que creyese que, a partir de ellos, pudiera deducirse todo un sistema de pensamiento. Su posición sobre este tema es el siguiente:
1º) El reconocimiento de la evidencia, por ejemplo, del principio de causalidad nos muestra la existencia del causas eficientes. Ahora bien, no llegamos al conocimiento de tales causas a partir de la posesión del principio de causalidad. Consiguientemente no podemos empezar por tal principio para intentar descubrir que hay causas en el mundo.
2º)Tampoco un sistema filosófico puede empezar por el principio de no-contradicción y deducir de él los demás principios. Cuando Tomas de Aquino habla de que se se puede reducir una proposición evidente al principio de no-contradicción únicamente quiere decir que negar tales proposiciones implicaría caer en una contradicción. Pero de ahí no se sigue, sin embargo, que tales proposiciones puedan ser deducidas del mismo principio de no-contradicción.

Aquino