| ..... un curioso hallazgo (se refiere al
            papel del hábito y la costumbre),que, además, nos lleva a otros aún
            más curiosos. Cuando veo una bola de billar moviéndose hacia
            otra.... ¿me limito a concebir el movimiento de la segunda bola?
            Desde luego que no. Yo también CREO
            que esa segunda bola se moverá. ¿Qué es, pues, esta CREENCIA?
            ¿Y en qué difiere de la simple concepción de una cosa?.....Cuando
            una demostración me convence de alguna proposición, no sólo me
            hace concebir dicha proposición, sino que también me persuade de
            que es imposible concebir cualquier cosa contraria.... ;por lo que
            se refiere a cualquier asunto de hecho, por fuerte que pueda ser la
            prueba que proporcione la experiencia ,siempre podré concebir lo
            contrario, aunque no siempre pueda creerlo.
            ( Hume. Abstract. Pags.
            37-38) .....Podría decirse que la creencia añade
            una idea nueva a esas otras ideas que podemos concebir
            sin que asintamos a ellas. Pero esta hipótesis es falsa.... Cuando
            concebimos un objeto... lo concebimos tal y como podría existir,
            aun que no creamos que exista. Nuestra creencia en ese objeto no nos
            descubriría nuevas cualidades... la creencia implica una concepción
            y es, sin embargo, algo más; y como no añade ninguna idea a la
            concepción, se sigue de ello que es una manera diferente de
            concebir un objeto; algo que está relacionado con el sentimiento y
            que no depende de nuestra voluntad, como es el caso de todas
            nuestras ideas. Llevada por el hábito, mi mente corre del objeto
            visible ( bola en movimiento ) al efecto usual  ( movimiento 2ª
            bola ). No sólo concibe este último movimiento, sino que siente al
            concebirlo algo que lo diferencia de una mera ensoñación o fantasía.
            La presencia del objeto visible y la unión constante de ese
            particular efecto, hacen que la idea se presente ante el sentimiento
            de modo diferente a como se presentan esas ideas vagas que vienen a
            la mente sin prefacio alguno. (Hume.
            Abstract. Pags. 38-39) .....Para refrescar la memoria del lector
            las resumiré brevemente. Ningún asunto
            de hecho puede ser probado sino desde su causa o su efecto. No puede
            conocerse nada que sea causa de algo, a menos que lo muestre la
            experiencia. No podemos dar razón alguna para extender al futuro
            nuestra experiencia del pasado; estamos enteramente determinados por
            la costumbre cuando concebimos un efecto que ha de seguirse de su
            causa usual. Pero también creemos que un determinado efecto ha de
            seguirse, además de que podamos concebirlo. Esta creencia no
            añade ninguna idea nueva a la concepción. Solamente hace que
            nuestra manera de concebir varíe y que nuestro sentimiento sea
            afectado. La creencia, por tanto, se origina solamente en la
            costumbre y es una idea concebida de una manera peculiar. (Hume.
            Abstract. Pag.39) .....Nuestro autor procede a explicar la
            manera o el sentimiento que hace de la creencia algo diferente de
            una vaga concepción .... Algunas veces lo llama una concepción más
            fuerte, otras lo llama una concepción más vivaz, más firme, más
            intensa ..... dicho sentimiento tiene en nuestro espíritu una
            influencia mucho más fuerte que una fantasía o que una mera
            concepci6n. Esto lo prueba por la influencia que este sentimiento
            ejerce sobre las pasiones y sobre la imaginación. (Hume.
            Abstract. Pags.39-40) .... el autor aduce argumentos para probar
            que la creencia consiste en un peculiar sentimiento. Solo mencionaré
            uno: nuestra experiencia pasada no es siempre uniforme. Algunas
            veces un efecto se sigue de una causa; otras veces, otro.
            En un caso así, siempre creemos que el efecto que
            tendrá lugar será el que es más frecuente. Veo una bola de billar
            moviéndose hacia otra. No puedo distinguir si la primera bola va
            girando sobre su propio eje, o si ha sido impulsada de tal forma que
            se deslice sobre la mesa. En el primer caso, sé que esa bola no se
            detendrá después del choque. En el segundo, sé que se puede
            detener. El primer caso es más común y, por lo
            tanto, anticipo ese efecto. Pero también
            concibo el otro efecto, y lo concibo como posible y como dependiente
            de la causa. Si no fuera porque
            el sentimiento hace que una concepción difiera de la otra, no habría
            distinción alguna entre ellas. (Hume.
            Abstract. Páginas 40-41) .... incluso después de haber experimentado
            una serie de efectos, es únicamente la costumbre, y no la razón,
            la que nos determina a establecer la norma de nuestros futuros
            juicios. Cuando se presenta la causa la mente, fundada en el hábito,
            pasa inmediatamente a la concepción y creencia del efecto usual. La
            creencia es algo
            distinto de la concepción. Sin embargo, no añade a esta última
            una nueva idea. Solamente hace que la sintamos de una manera
            diferente, y la hace más fuerte y vivaz. (Hume.
            Abstract. Pag.41) |