En los inicios de la Quinta Meditación Metafísica, Descartes, afirma que existen ideas que parecen existir unicamente en el
  como, por ejemplo,      sucede  con un  y que, sin embargo, se puede deducir de ellas aspectos referidos a su . Sobre la base de la existencia de estas ideas, Descartes, se pregunta si podría deducir otro argumento demostrativo de la existencia de . La respuesta a su pregunta le llevará a la formulación del argumento . El punto de partida de este argumento es    la idea de ser  y, en dónde, tal idea constituye la  la cual, a su vez, tendría que incluir de modo necesario la  .
   La afirmación anterior no quiere decir, según Descartes, que haya una coincidencia necesaria entre  y   ya que, por ejemplo, en un triángulo, el conocer que sus tres ángulos son iguales a dos rectos, es decir, su  no implica que tales triángulos tengan  y es que el pensamiento no impone su necesidad a las  . 
       
      
       Ahora bien, la idea que se refiere a un ser  incluye la  ya que negarlo sería tan contradictorio como negar que un triángulo tenga . Pero dado que Dios existe, desaparece la duda acerca de las cosas
 ya que Dios, como garantía de la verdad, hace que desaparezca la duda sobre la veracidad de verdades inteligibles, como la  asi como acerca de si las ideas tienen con las cosas  y si las cosas son de las ideas su . A partir de la certeza de la existencia de Dios podemos confiar en nuestra
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Dado que Dios existe, si no quiero equivocarme,unicamente debo percibir las cosas de un modo   y tambien 
        ya que la existencia de Dios me garantiza siempre la veracidad de lo . Pero esta afirmación le lleva a caer en un círculo    ya que, por un lado, afirma que para llegar a demostrar la existencia de Dios tiene que partir de   y, por otro, que no puede tener certeza de   a no ser que perciba la idea de    como la garantía de toda .  Y es que, según Decartes, la certeza de TODA ciencia depende tan solo del conocimiento de 
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